sábado, 8 de diciembre de 2018

Paisajes tan solitarios

Podría llenar un aposento con paisajes tan solitarios, que los hombres se detendrían allí a llorar; luego, agradecidos, regresarían raudos a casa, por un ser querido dejado allí.

Cartas de Emily Dickinson




No temas dejarme porque me quede sola,
puesto que a menudo me desprendo de cosas
que imagino haber amado.


¿Qué haremos cuando la tribulación crezca más, y más,
cuando la ténua, solitaria luz expire, y esté oscuro, muy oscuro?




La Naturaleza dilapida el Rigor -ahora- donde dilapidó el Amor.
Mi Casa es una Casa de Nieve.




Encarcélame en ti hilvanando contigo
este bello laberinto que no es Vida ni Muerte.




Todo está tan quieto aquí, y las nubes son frías y grises
-creo que pronto lloverá -¡Oh estoy tan sola!




Ningún Pajaro - pero cabalgué por el Éter.





Ninguna Rosa, pero me sentí florecer.

No trobaràs la mar


 No trobaràs la mar
 la mar fa temps que va fugir
 un dia se'n va anar
i em va deixar aquí


Sobre texto de Mª del Mar Bonet.